luns, 12 de marzo de 2018

Jéssica Cortés deja de ser entrenadora del equipo Benjamín



Jess Cortés (A Coruña, 1992), se ha reunido en las últimas horas con la directiva del Club Baloncesto Cambre para hacerles llegar una difícil decisión: Su no continuidad en el club como entrenadora de nuestro equipo Benjamín Mixto.


Las razones se atañen a motivos personales y laborales, los cuales hacen que sea imposible compaginar sus hasta ahora horarios y obligaciones de entrenadora, con sus nuevos compromisos laborales.

Jessica vino al Club Baloncesto Cambre hace 6 años en calidad de jugadora para el equipo Senior Femenino y lo compaginó con ser entrenadora del equipo Benjamín Mixto durante 5 temporadas.


Entre sus mayores logros a nivel deportivo en la disciplina del C. B. Cambre, son un muy meritorio 2º puesto alcanzado esta temporada en Liga Regular, premio a un gran trabajo de todo el grupo Benjamín.

Como jugadora, nuestra dorsal 23 vino como cualquier otra jugadora y acabó siendo capitana y líder de un grupo que siempre se quedaba a las puertas de luchar por el ascenso. Varias de esas jugadoras fueron poco a poco yéndose hasta que llegó un punto en que no se juntaron suficientes chicas para seguir haciendo equipo senior femenino, por lo que Jessica optó por irse a jugar, junto con otras de sus compañeras, al Básquet Coruña, donde sigue actualmente tratando de compaginarlo con el resto de sus compromisos.


En las últimas horas, ella misma fue comunicando a su equipo Benjamín su decisión y no tardaron en llegar las muestras de cariño y palabras de buena suerte para su siguiente reto.


Se hará cargo del grupo hasta final de la temporada un entrenador interino todavía por confirmar.




Nuestra ya ex entrenadora nos responde dedicándonos unas bonitas palabras a modo de despedida:



Querido equipo:

No es fácil escribir esto mientras la cabeza se me inunda de recuerdos. Recuerdos que estoy segura no se borrarán nunca de mi memoria.

Hace cinco años que tomé una de las mejores decisiones de mi vida, coger las riendas de un equipo benjamín en un club dónde también disfrutaba de jugadora. Desde aquel año, han pasado por mis equipos muchas clases de niños y niñas: El que se esfuerza en todos los entrenamientos, la que se deja la piel en cada jugada del partido, el que se hace el lesionado para dejar un entrenamiento a medias, la que se pasa más tiempo en el suelo que jugando, el que siempre cree saberlo todo, la que es tímida y le cuesta socializar.. todos/as y cada uno/a de ellos/as me han aportado algo. Me enseñaron que en la vida, lo único VERDADERAMENTE IMPORTANTE es disfrutar de lo que haces.



Puedo asegurar a ciencia cierta que he disfrutado cada sábado madrugando para ir a un partido, he salido contenta de partidos en los que el marcador no era favorable pero mi equipo había hecho todo lo que estaba en sus manos, incluso me he enfadado en ocasiones en las que la actitud era peor que la aptitud. Eso es vivir el baloncesto desde fuera.


Es difícil creer que cuando empecé, sin apenas idea de lo que era ser entrenadora, llegaría hasta este punto. No he ganado ligas, no he ganado copas ni tampoco torneos.. pero he ganado la mayor satisfacción de este mundo, que es el ver cómo los más pequeños/as aprenden y mejoran con lo poco que sé sobre este maravilloso deporte.

Si me preguntasen qué es lo más bonito que he vivido desde los banquillos, sin duda alguna, diría que es la sensación de ver a un niño meter su primera canasta.




Hoy me da pena despedirme de todo esto, pero no es un adiós, sino un hasta luego, porque estoy segura de que tarde o temprano volveré a estar a ese lado de la pista. Soy mejor entrenadora y sobre todo, mejor persona, que cuando empecé esta aventura, y todo ha sido gracias a varias cosas: al Club Baloncesto Cambre que me ha dado la oportunidad de vivir esta experiencia, y que siempre me ha tendido la mano para facilitarme este trabajo con mi obligación como jugadora; a todos esos padres que han madrugado los fines de semana, que han llevado a los niños/as a entrenar en tardes de lluvia y viento, que se han sentado a hacer mesa en los partidos y que, sobre todo, han animado a sus hijos/as pese al resultado; y por supuesto, a los pequeños/as que han disfrutado del baloncesto tanto, o más que yo. 


Estoy muy orgullosa de todo lo que he hecho en estos cinco años, y lo único que espero y quiero, es volver algún día a la que considero mi casa. 


Os deseo mucha suerte y estaré eternamente agradecida con vosotros.

1, 2, 3, CAMBRE!!!






Buena suerte Jess. Todas las personas que formamos el Club Baloncesto Cambre (jugadores, padres y madres, entrenadores, etc) te deseamos un futuro prometedor y lleno de noticias positivas.


Que consigas todas las metas y sueños que te propones y que sepas que nunca nos olvidaremos de ti. Cambre siempre será tu segunda casa y serás bienvenida siempre con las puertas abiertas de par en par.